Si uno se remonta a la Argentina de los 90, le resultaría
fácil observar como la dirigencia política y gremial de la época se
caracterizó, salvo honrosas excepciones, por padecer el “virus del pensamiento único”.
La característica central del virus en cuestión, consistió
en producir graves alteraciones que fueron modificando la estructura del
pensamiento político reinante hasta alcanzar la uniformidad de criterios en el
marco de lo que se dio en llamar el modelo
neoliberal. Así observamos cómo otro de los rasgos comunes que introducía
el mentado germen patógeno, sobre los
afectados, era el don de la versatilidad. De tal manera que quienes, en otros
tiempos, predicaban pensamientos
contrarios al liberalismo económico; pasaron, casi súbitamente, a profesar las
ideas del libre mercado.
Algunos biólogos esbozaban la teoría de que el mayor agente
propagador de tan extraño “virus” era el dinero; otros aducían que buena parte
de los periodistas locales se hallaban contaminados por el germen y vaya uno a
saber porqué “influjo mágico” fueron contagiando a cada uno de sus
entrevistados primero y a buena parte de sus oyentes y/o televidentes después. La cuestión es que el neoliberalismo fue
instalándose, paulatinamente, en el esquema de pensamiento de la mayoría de los
miembros dirigenciales; tal vez por no contar con "las defensas apropiadas o por carecer de escrúpulos".
Lo cierto es que uno de los pocos dirigentes gremiales que parecía no haber
contraido "la influenza" en aquellos años fue, ni más ni menos que el actual titular de la
denominada CGT Azopardo, Hugo Moyano.
Es cierto que sobre sus antecedentes gravitaba un pasado
“non sancto” al ser integrante de la Juventud Sindical Peronista (JSP) y estar
alineado, en aquél momento, con la ultraderecha lopezreguista. No obstante, y visto a
lo largo del tiempo –reconocemos que con demasiada benevolencia de nuestra
parte- se podía suponer que el mencionado gremialista había abjurado de sus
convicciones fascistoides para abrazar la causa de la democracia y con ello la
de los trabajadores en su conjunto.
Lamentablemente no es así, al parecer, solo tuvo un interregno de pragmatismo para retornar nuevamente a sus viejos amores.
Bien enseñaba el genio de Spinoza: “Cada cosa se esfuerza, en cuanto está a su alcance, en perseverar en su ser”. Y el verdadero "ser" de Moyano parece “esforzarse” por salir nuevamente a la luz.
Bien enseñaba el genio de Spinoza: “Cada cosa se esfuerza, en cuanto está a su alcance, en perseverar en su ser”. Y el verdadero "ser" de Moyano parece “esforzarse” por salir nuevamente a la luz.
Muestra de ello han sido sus recientes declaraciones a favor
de la gestión de Mauricio Macri, diciendo: “El de Macri es un gobierno que da respuesta
a los reclamos de los trabajadores”.
Esta afirmación realizada por el líder
de la CGT Azopardo es toda una revelación, pues, debemos tener en cuenta que esas palabras no las está
expresando un dirigente cualquiera. Por el contrario, las está manifestando alguien
que se dice representante genuino de los trabajadores.
Pero para comprender la verdadera connotación de semejante
afirmación, vale la pena hacer un breve racconto de las respuestas brindadas
por el gobierno de Mauricio Macri a los reclamos de los trabajadores:
-Promovió la penalización de la protesta de los trabajadores
del Colón cuando intentaron resistir el despido de 400 empleados del
prestigioso teatro.
-Subejecutó partidas presupuestarias en dependencias
públicas (especialmente hospitales, entre ellos el Borda y el Pedro Elizalde) a
los efectos de suprimirlas y desarrollar emprendimientos inmobiliarios en
algunas de ellas.
-Impulsó la disposición 40/2012 bajo el título Reglamentación
de Asambleas de Trabajadores, dependientes de la administración porteña, que prohíbe las reuniones en el ámbito de los
lugares laborales.
-Los trabajadores de la seguridad privada lo denunciaron por
pactar con las empresas del sector (12/2011) sosteniendo que “El gobierno de la
Ciudad contrata a empresas de seguridad que violan sistemáticamente el Convenio
Colectivo de Trabajo”.
-Hostigó y desconoció
los reclamos de los trabajadores de Subte y Premetro evitando llegar a un acuerdo en beneficio del normal funcionamiento de ese medio de transporte y de
los usuarios de ese servicio.
-Intimó en reiteradas
ocasiones a los docentes porteños con el propósito de amedrentarlos en sus
reclamos salariales.
La lista de las respuestas brindadas sería demasiado extensa, y nuestra intención se limita a señalar unas pocas
puntualizaciones, pero si hay algo que ha sobresalido durante la gestión
macrista ha sido su nula preocupación por el bienestar de los trabajadores. Es
obvio que podríamos añadir a la misma otras decisiones, adoptadas por el Jefe
de Gobierno de la Ciudad, que de manera indirecta “atienden las necesidades de los
trabajadores” como por ejemplo: el exorbitante aumento en las tarifas
del servicio de subterráneos medio que utilizan a diario cientos de miles de
asalariados.
O su anunciada promesa de suprimir -si llegase a la
presidencia de la República- el “fútbol
para todos” y restablecer el sistema anterior de “fútbol para pocos”, donde los
espectáculos deportivos solo podían ser visualizados por aquellos trabajadores que podían adquirir el abono a
través de la televisión por cable.
Como vemos, el elogio de Moyano explica a las claras
porqué el sindicalista se opone sistemática y fervientemente al gobierno de
Cristina Fernández, porque recorre con asiduidad los programas de TV privada para
descalificar a la presidenta, porque ahora nos habla de los “atributos de Macri”.
El mismo Macri que respecto del ex presidente Menem sostuvo que fue “el mayor
estadista argentino”.
Curiosamente, el
mismo Macri que, como bien lo destacó un comunicado de UTE-Ctera (Confederación
de los Trabajadores de la Educación) Capital, ha sido: “….el jefe de gobierno que más ha
agredido a los trabajadores y sus derechos en la historia democrática de la
Ciudad”.
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