Si algún ciudadano que, voto mediante, hubiere brindado su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner tuviere alguna duda respecto de las bondades del mismo; podría corroborar cuan acertada ha sido su elección con solo observar las declaraciones efectuadas por el ex dictador Videla a la revista española Cambio 16.
Debemos decir que nos sorprende esta clase de entrevistas, donde el entrevistado ni siquiera recibe preguntas “punzantes” con referencia a su inhumano proceder durante ese nefasto período histórico que azoló a la ciudadanía argentina. Y, por el contrario, se le brinda la posibilidad de explayarse ligeramente y con mendacidad sobre un sinnúmero de temas como, por ejemplo, cuando señala que: “El proceso (en referencia al Proceso de Reorganización Nacional, eufemismo utilizado por la dictadura para denominarse a si misma) había cumplido plenamente sus objetivos. Éramos uno de los países más seguros del mundo, caminábamos en la mejor de las direcciones”.
Es notable destacar, como el periodista no se empeña en recordarle lo significativo del concepto de seguridad al que apela este deleznable sujeto, sabiendo que en el país se habían suprimido los derechos y garantías constitucionales, que cualquier transeúnte podía ser detenido por disposición de un uniformado sin más fundamento que su mero capricho; que se secuestraba y asesinaba a personas sin proceso judicial previo, es decir, negándole el derecho de defensa en juicio; que hubo centenares de niños apropiados que habiendo sido “arrancados” de su familia de origen terminaron en manos de “los amigos del proceso”; que abundan los casos denunciados de empresarios secuestrados y luego extorsionados a transferir la totalidad de su patrimonio bajo amenaza de imputarles "delitos" que podían conducirlos a su desaparición forzada; etc., etc. No obstante, y ya de por sí, la espeluznante cifra de 30.000 desaparecidos nos esta esbozando cual es el concepto de seguridad que promueve y promovió- el sangriento dictador.
Un párrafo aparte merecería analizar la dirección adoptada por el modelo económico cobijado por su Ministro de Economía, don José A. Martinez de Hoz, empeñado (al igual que su discípulo Domingo Cavallo, en aquél entonces titular del Banco Central) en empobrecer al mayor número de habitantes de nuestro querido país. Pero eso es harina de otro costal.
Un párrafo aparte merecería analizar la dirección adoptada por el modelo económico cobijado por su Ministro de Economía, don José A. Martinez de Hoz, empeñado (al igual que su discípulo Domingo Cavallo, en aquél entonces titular del Banco Central) en empobrecer al mayor número de habitantes de nuestro querido país. Pero eso es harina de otro costal.
Más, lo ineludiblemente llamativo es que además se le escucha decir a este "señor", con referencia a la actualidad que: “En la Argentina no hay justicia sino venganza”. Es verdaderamente conmovedor, el hombre que simboliza la supresión de los derechos en un período histórico de nuestro país, nos viene a hablar, nada menos que, de Justicia.
Pero si hasta tiene el tupé de decirnos que: “Hoy la República esta desaparecida,…”.
Si, sí, leyó bien; don Jorge R. Videla, nos habla de la desaparición (término por demás conocido por él) de la República. Alguien que concibe (y concibió) al Estado como un instrumento de represión susceptible de ser utilizado para afianzar sus intereses e imponer sus convicciones; en desmedro de la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo, nos viene a dar “cátedra” de la verdadera significación de la República.
Y como si esto no fuera suficiente, se victimiza sosteniendo que es un preso político, desconociendo u ocultando la atrocidad de los crímenes cometidos durante su mandato.
Pero aun así, si lo fuese -que no es el caso- debería agradecer que quienes hoy gobiernan no tienen la misma “concepción republicana” que la que él esboza.
Ya que si coincidieran en ella, lo más seguro sería que, hace tiempo no podría realizar declaraciones públicas, ni privadas. ¿O acaso nos olvidamos lo que “naturalmente” les sucedía a quienes se oponían a su “republicano” régimen?
No obstante, hay que reconocerle, a este sujeto, un acto de sinceridad cuando en la segunda parte del reportaje aduce que. “Si el país cambia de rumbo, seguramente no estaríamos presos”.
Un claro ejemplo de ello es la idea de justicia expresada durante el gobierno menemista impulsor de los indultos y forjador de una Corte Suprema adicta y funcional a sus intereses políticos; y la que expresa el actual gobierno que puede jactarse de haber conformado un Tribunal Supremo de jerarquía, susceptible de ser influenciado solo por el espíritu del derecho.
Obviamente que, compartimos -aun con diferencias menores- el rumbo impulsado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y estamos convencidos que es lo mejor que le pudo haber pasado a éste país, luego de una serie de administraciones mediocres que, voluntaria o involuntariamente, lo condujeron al borde del colapso.
Si el abominable hombre de la “Junta de Represores” califica a este gobierno de “lacra”, es porque algunos méritos tiene; entre ellos, el de reestablecer el imperio de la justicia en un país donde la habían soterrado.
Sin duda, nosotros hallamos muchísimos méritos, tanto en el gobierno de Néstor Kirchner como el de Cristina Fernández; pero si alguien dudaba al respecto -y como bien lo destacamos al comienzo de esta nota-, las palabras de Videla son más que elocuentes para reafirmar que lo mejor que la ha pasado a la Argentina fue la llegada de los Kirchner al poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario